lunes, 4 de mayo de 2020

BAUDELAIRE, Las flores del mal.

Aquí tenemos una biografía de Baudelaire. Después de verlo, responde a las siguientes cuestiones: 



1. Señala los rasgos del carácter y el comportamiento de Baudelaire que más te hayan llamado la atención y que justifican su apelativo como "poeta maldito"
2. ¿Qué autor estadounidense la sirvió como fuente de inspiración?
3. ¿Cuál es su obra más destacada?
4. ¿Qué recibimiento tuvo el libro?
5. ¿En cuántas partes se divide el libro? Indica sus títulos.
6. Define el concepto de "spleen".


Para tener más claro el concepto de "spleen", vamos a leer este poema donde Baudelaire intenta explicarnos ese mal que le embarga:



SPLEEN

Yo soy como ese rey de aquel país lluvioso,
Rico, pero impotente, joven, aunque achacoso,
Que, despreciando halagos de sus cien concejales,
Con sus perros se aburre y demás animales.
Nada puede alegrarle, ni cazar, ni su halcón, 

Ni su pueblo muriéndose enfrente del balcón.
La grotesca balada del bufón favorito 

No distrae la frente de este enfermo maldito;
En cripta se convierte su lecho blasonado,
Y las damas, que a cada príncipe hallan de agrado,
No saben ya encontrar qué vestido indiscreto
Logrará una sonrisa del joven esqueleto
.
El sabio que le acuña el oro no ha podido
Extirpar de su ser el humor corrompido,
Y en los baños de sangre que hacían los Romanos,
Que a menudo recuerdan los viejos soberanos,
Reavivar tal cadáver él tampoco ha sabido
Pues tiene en vez de sangre verde agua del Olvido.

(Traducción de Ignacio Caparrós)



          Como vemos, el spleen es una sensación de melancolía, angustia, desesperación, aburrimiento, malestar vital, hastío, tedio, desencanto con el mundo... Es una sensación muy parecida a la que vivieron los románticos a finales del XVIII y principios del XIX (el mal de siglo), aunque con una diferencia: los románticos se sienten únicos y no soportan la sociedad que les rodea; los autores de esta época, como Baudelaire, no se soportan ni a ellos mismos, no encuentran ninguna motivación vital, aunque la buscan por todos lados.      
Nos recuerda mucho a la famosa Sonatina de Rubén Darío (modernista), que en su caso nos contaba la tristeza sin motivo de una princesa: 
"La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
   
      Al igual que la princesa, que no sabe muy bien lo que busca ("una vaga ilusión"), Baudelaire va a buscar a su alrededor un IDEAL (así lo llaman él), que lo saque del spleen. Su libro, Las flores del mal (nótese el oxímoron), es un recorrido por una especie de jardín de flores en busca de la belleza, de la ilusión o simplemente una evasión o huida de este mundo. Pero en su recorrido solo encuentra el mal (un ramillete de males). 
    Estas son las 6 partes en las que se estructura su libro, su búsqueda y huida:
1.    " Spleen e ideal". La belleza (a veces la belleza de la mujer, que es destructora: femme fatale), el arte, el amor, el erotismo aniquilador. 


Gustave Klimt
2.    "Cuadros parisinos". La ciudad (París): la urbe moderna, especialmente sus bajos fondos, sustituye a la naturaleza como ámbito donde perderse entre la masa diversa y anónima que la habita (frente al Beatus ille).
3.     El vino (calificado como uno de sus paraísos artificiales). 
4.   "Flores del mal". Otros vicios autodestructivos: la delincuencia, el sexo destructor (acabó muriendo de sífilis). La maldad y la miseria del alma humana. Búsqueda de la belleza en el mal. Fascinación por la transgresión de las normas sociales. 
5.    "Rebelión". Rebeldía (al más puro estilo romántico). De hecho, dedica un poema a Don Juan (“Don Juan en los infiernos”). Sadismo, vampirismo, anticlericalismo…
6.     La muerte, planteada como la única salvación posible. El libro se cierra con un largo poema titulado “El viaje”: acaba deseando realizar el último viaje.

     Pero Las flores del mal son mucho más que un recorrido por los vicios y los bajos fondos del ser humano, es ante todo un ejercicio de perfección formal. 
    Baudelaire es considerado el primer poeta moderno, el iniciador de toda la poesía hasta la actualidad. Para él la poesía no es fruto de la inspiración (como pensaban los románticos), sino que él se considera un artesano de la palabra. Nosotros vamos a trabajar especialmente sus metáforas, que se convierten en símbolos (recuerda el concepto de Simbolismo), las imágenes como forma precisa de expresar los sentimientos. 
    

   ACTIVIDAD.  
    Lee los siguientes poemas de Baudelaire y responde a las cuestiones: 
1. COMENTARIO DEL POEMA: EL ALBATROS
a. En este poema, Baudelaire expresa con un símil cuál es su concepción del poeta. ¿Qué puntos de unión tiene el poeta con el albatros?
b. Relaciona este texto con el concepto de spleen. 

NOTA: El albatros es un pájaro marino, de tamaño mayor a la gaviota pero de características similares que vuela cercano a las costas del Índico y el Pacífico. Es un animal majestuoso cuando vuela libremente en el mar, sin embargo, en tierra, por su envergadura es torpe y ridículo.



EL ALBATROS
Por divertirse, a veces, los marineros cogen
Algún albatros, vastos pájaros de los mares,
que siguen, indolentes compañeros de ruta,
la nave que en amargos abismos se desliza.

Apenas los colocan en cubierta, esos reyes
del azul, desdichados y avergonzados, dejan
sus grandes alas blancas, desconsoladamente,
arrastrar como remos colgando del costado.

¡Aquel viajero alado qué torpe es y qué débil!
¡Él, tan bello hace poco, qué risible y qué feo!
¡Uno con una pipa le golpea el pico,
cojo el otro, al tullido que antes volaba, imita!

Se parece el Poeta al señor de las nubes
que ríe del arquero y habita en la tormenta; 
exiliado en el suelo, en medio de abucheo
caminar no le dejas sus alas gigantes. 



2. COMENTARIO DEL POEMA: EL ENEMIGO
a. En este poema, el enemigo del poeta es el Tiempo. Señala todas aquellas metáforas y símiles con las que el autor expresa el paso del tiempo y las consecuencias sobre el autor. Agrupa por un lado las metáforas referidas a la juventud y, por otro, las referidas a la madurez o vejez. 

EL ENEMIGO. 
Mi juventud no fue sino una tenebrosa borrasca,
 Atravesada aquí y allá por brillantes soles;

El trueno y la lluvia han hecho tal desastre,

Que restan en mi jardín muy pocos frutos rojos. 

He aquí que he llegado al otoño de las ideas,

Y que es preciso emplear la pala y los rastrillos 
Para acomodar de nuevo las tierras inundadas,
 Donde el agua horada hoyos grandes como tumbas. 

Y ¿quién sabe si las flores nuevas con que sueño 
Encontrarán en este suelo lavado como una playa 
 El místico alimento que haría su vigor? 

—¡Oh, dolor! ¡Oh, dolor! ¡El Tiempo devora la vida,
 Y el oscuro Enemigo que nos roe el corazón

Con la sangre que perdemos crece y se fortifica! 


3. COMENTARIO DEL POEMA: LA DESTRUCCIÓN (pág. 305, Casals)
a. Este poema pertenece a la parte de Las flores del mal en que Baudelaire colocó los poemas más polémicos, los que escandalizaron a la sociedad. ¿Cuál es el tema de este poema en concreto?
b. Localiza en el texto una alusión al concepto de femme fatale. 


4. COMENTARIO DEL POEMA: A UNA TRANSEÚNTE
a. Explica la anécdota que da lugar a la composición y expresa, con tus palabras, los sentimientos que suscita en el emisor. 
b. Teniendo en cuenta la distribución de los versos en estrofas (a pesar de que se trata de una traducción en versos blancos), indica qué estructura métrica utiliza el autor. 
c. Explica el sentido de los símbolos subrayados. 
d. Busca canciones actuales donde se desarrolle el motivo de "la mujer fugitiva". 

A UNA TRANSEÚNTE
El fragor de la tarde me envolvía en aullidos.
Alta, esbelta, de luto, majestuoso dolor, 
vi pasar la mujer que con mano fastuosa
levantaba y mecía de su falda los bordes. 

Noble y ágil, luciendo una pierna de estatua. 
Yo bebía, crispado, como un ser peregrino,
en sus cárdenos ojos, cielos hechos borrasca,
la dulzura que embriaga y el placer que da muerte. 

Un relámpago... luego solo noche. Belleza
fugitiva que mira devolviendo la vida,
¿no he de verte otra vez más que fuera del tiempo?

Oh, muy lejos de aquí, tarde ya, ¡tal vez nunca!
Yo no sé adónde huyes; donde voy tú lo ignoras, 
tú, a quien yo hubiese amado, tú que bien lo sabías. 








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