Si recordáis, ayer os preguntaba por el tópico literario que enmarcaba las palabras de Pessoa sobre la travesía que ha de realizar el hombre. La mayoría advertisteis que se trataba del "homo viator" o "iter vitae". Es uno de los tópicos más repetidos a lo largo de la literatura: el hombre como peregrino que ha de emprender su camino en la vida. Hoy continuamos ahondando en el mismo tópico de la mano de Kavafis.
BIOGRAFÍA
Constantino Cavafis era un oscuro funcionario de origen griego que trabajó, sin ascender nunca, para la Administración británica en Alejandría (Egipto). Por las noches se sumergía en un mundo de placeres, gentes cosmopolitas y mala vida internacional. Conocía como la palma de su mano el dédalo de burdeles alejandrinos, único refugio para su homosexualidad "prohibida y severamente despreciada por todos", como él mismo escribió. Cavafis era un lector apasionado de los clásicos y poeta casi en secreto.
* Para conocer más aspectos sobre la vida y la obra del autor, podéis leer la pág. 294 del libro de Casals.
SU OBRA.
En sus poemas más conocidos reviven los personajes reales y ficticios que poblaban Ítaca, Troya, Atenas o Bizancio.
Otros poemas escarban, entre la ironía y el desgarro, en su propia experiencia de madurez: la nostalgia de su juventud, el aprendizaje del placer y la angustia por el paso del tiempo.
Pero en todos sus poemas, siempre se unen el pasado y el presente: Cuando merodeaba por Alejandría, veía la ciudad ausente latir bajo la ciudad real. Aunque la Gran Biblioteca había desaparecido, sus ecos, susurros y bisbiseos seguían vibrando en la atmósfera.
ACTIVIDAD.
2. Pero, sin duda, uno de los poemas más significativos de su obra es este, titulado Ítaca (probablemente os suene, pues ya lo leímos un día en clase):
Os dejo un vídeo, el texto e incluso una versión en cómic realizada por Zen Pencils. Después de leer, contesta:
a. ¿A qué obra de la literatura clásica griega hace referencia este poema? Justifica tu respuesta.
b. ¿Cómo interpretas ese viaje? ¿Puede tratarse de un viaje interior, del viaje de la vida?
c. Destaca algún consejo que nos da el autor para emprender ese viaje.
Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien anti ti los pone.
Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de su sabios.
Ten siempre en la memoria a Ítaca.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, Ítaca no te engañó.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Ítacas.
(Traducción de J. Mª. Álvarez)
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