A este grupo pertenecen dos grandes autores alemanes:
- Friedrich Von Schiller.
- Johann Wolfgang Goethe.
Conoceremos la obra de ambos, pero cabe destacar uno de los primero poemas de Schiller, donde, junto al mundo mitológico helénico propio del Neoclasicismo, ya anuncia el tema de la libertad y la fuerza del espíritu. Se titula A la alegría, y seguro que lo conocéis mejor por la versión musical que hizo Beethoven en su Novena sinfonía. Más tarde, el Consejo de Europa eligió la versión instrumental del coro de Beethoven como himno oficial de Europa.
- Johann Wolfgang Goethe.
Conoceremos la obra de ambos, pero cabe destacar uno de los primero poemas de Schiller, donde, junto al mundo mitológico helénico propio del Neoclasicismo, ya anuncia el tema de la libertad y la fuerza del espíritu. Se titula A la alegría, y seguro que lo conocéis mejor por la versión musical que hizo Beethoven en su Novena sinfonía. Más tarde, el Consejo de Europa eligió la versión instrumental del coro de Beethoven como himno oficial de Europa.
¡Alegría, hermosa chispa de los dioses
hija del Elíseo!
¡Ebrios de ardor penetramos,
diosa celeste, en tu santuario!
Tu hechizo vuelve a unir
lo que el mundo había separado,
todos los hombres se vuelven hermanos
allí donde se posa tu ala suave.
¡Ebrios de ardor penetramos,
diosa celeste, en tu santuario!
Tu hechizo vuelve a unir
lo que el mundo había separado,
todos los hombres se vuelven hermanos
allí donde se posa tu ala suave.
Quien haya alcanzado la fortuna
de poseer la amistad de un amigo, quien
haya conquistado a una mujer deleitable
una su júbilo al nuestro.
Sí, quien pueda llamar suya aunque
sólo sea a un alma sobre la faz de la Tierra.
Y quien no pueda hacerlo,
que se aleje llorando de esta hermandad.
de poseer la amistad de un amigo, quien
haya conquistado a una mujer deleitable
una su júbilo al nuestro.
Sí, quien pueda llamar suya aunque
sólo sea a un alma sobre la faz de la Tierra.
Y quien no pueda hacerlo,
que se aleje llorando de esta hermandad.
Todos los seres beben la alegría
en el seno de la naturaleza,
todos, los buenos y los malos,
siguen su camino de rosas.
Nos dio ósculos y pámpanos
y un fiel amigo hasta la muerte.
Al gusano se le concedió placer
y al querubín estar ante Dios.
en el seno de la naturaleza,
todos, los buenos y los malos,
siguen su camino de rosas.
Nos dio ósculos y pámpanos
y un fiel amigo hasta la muerte.
Al gusano se le concedió placer
y al querubín estar ante Dios.
Gozosos, como los astros que recorren
los grandiosos espacios celestes,
transitad, hermanos,
por vuestro camino, alegremente,
como el héroe hacia la victoria.
los grandiosos espacios celestes,
transitad, hermanos,
por vuestro camino, alegremente,
como el héroe hacia la victoria.
¡Alegría, hermosa chispa de los dioses
hija del Elíseo!
¡Ebrios de ardor penetramos,
diosa celeste, en tu santuario!
Tu hechizo vuelve a unir
lo que el mundo había separado,
todos los hombres se vuelven hermanos
allí donde se posa tu ala suave.
hija del Elíseo!
¡Ebrios de ardor penetramos,
diosa celeste, en tu santuario!
Tu hechizo vuelve a unir
lo que el mundo había separado,
todos los hombres se vuelven hermanos
allí donde se posa tu ala suave.
¡Abrazaos, criaturas innumerables!
¡Que ese beso alcance al mundo entero!
¡Hermanos!, sobre la bóveda estrellada
tiene que vivir un Padre amoroso.
¡Que ese beso alcance al mundo entero!
¡Hermanos!, sobre la bóveda estrellada
tiene que vivir un Padre amoroso.
¿No vislumbras, oh mundo, a tu Creador?
Búscalo sobre la bóveda estrellada.
Allí, sobre las estrellas, debe vivir.
Búscalo sobre la bóveda estrellada.
Allí, sobre las estrellas, debe vivir.
¡Alegría, hermosa chispa de los dioses,
hija del Elíseo!
¡Ebrios de ardor penetramos,
diosa celeste, en tu santuario!
¡Abrazaos, criaturas innumerables!
¡Que ese beso alcance al mundo entero!
¿Os postráis, criaturas innumerables?
¿No vislumbras, oh mundo, a tu Creador?
¡Búscalo sobre la bóveda estrellada!
Hermanos, sobre la bóveda estrellada
tiene que vivir un Padre amoroso.
hija del Elíseo!
¡Ebrios de ardor penetramos,
diosa celeste, en tu santuario!
¡Abrazaos, criaturas innumerables!
¡Que ese beso alcance al mundo entero!
¿Os postráis, criaturas innumerables?
¿No vislumbras, oh mundo, a tu Creador?
¡Búscalo sobre la bóveda estrellada!
Hermanos, sobre la bóveda estrellada
tiene que vivir un Padre amoroso.
¡Alegría, hija del Elíseo!
Tu hechizo vuelve a unir
lo que el mundo había separado
todos los hombres se vuelven hermanos
allí donde se posa tu ala suave.
Tu hechizo vuelve a unir
lo que el mundo había separado
todos los hombres se vuelven hermanos
allí donde se posa tu ala suave.
¡Abrazaos, criaturas innumerables!
¡Que ese beso alcance al mundo entero!
¡Hermanos!, sobre la bóveda estrellada
tiene que vivir un Padre amoroso.
¡Que ese beso alcance al mundo entero!
¡Hermanos!, sobre la bóveda estrellada
tiene que vivir un Padre amoroso.
¡Alegría, hermosa chispa de los dioses,
hija del Elíseo!
¡Alegría, hermosa chispa de los dioses!
hija del Elíseo!
¡Alegría, hermosa chispa de los dioses!
Durante estos días, en el centro de Kiev, este himno ha vuelto a sonar más fuerte que nunca, reclamando la paz y la alegría en Europa:
Schiller también escribió una famosa obra de teatro: GUILLERTO TELL.
Trata sobre el héroe popular de Suiza, y donde desarrolla
dos temas puramente románticos:
-
El conflicto del individuo contra la sociedad.
-
La lucha de un pueblo por su libertad.
Argumento: Las
tierras de lo que luego será la Confederación helvética sufren la opresión del
gobernador Gessler. Como muestra de su tiranía, ha colgado su sombrero en un
palo de la plaza de un pueblo y ha impuesto a todos la obligación de saludarlo
al pasar ante él. Guillermo Tell, que va con su hijo Gualterio, se olvida de
hacerlo, y Gessler le impone entonces, como castigo, una terrible prueba: tiene
que disparar una flecha y partir con ella una manzana colocada sobre la cabeza
de su hijo. A pesar de que le tiemblan manos y piernas, Tell acierta el tiro y
salva la vida de su hijo. Sin embargo, el gobernador se percata de que tenía
una segunda flecha que hubiera empleado contra él en caso de que el niño
hubiera muerto. Por ello, manda apresar a Guillermo Tell.
Camino de la cárcel, al pasar un lago bajo una gran
tormenta, Tell consigue escapar. A los pocos días, sorprende a Gessler en el
monte y lo mata de un flechazo. Este hecho origina la sublevación popular que
libera la Confederación suiza del poder del imperio, convirtiéndose de esta
manera Guillermo Tell en el héroe libertador de la patria y el fundador de la
nación suiza.
Otro gran compositor, Rossini, se inspiró en esta leyenda para componer una de sus óperas más famosas. Seguro que os suena la obertura:
No hay comentarios:
Publicar un comentario