domingo, 21 de agosto de 2022

EDUARDO GALEANO


Eduardo Galeano es un autor abrumado por la pobreza y la injusticia en el mundo en general y en América Latina en particular. En su texto Los nadies, a caballo entre la prosa y la poesía, se resume su dura visión de esta existencia injusta que nos ha tocado vivir a todos.  Sus cuentos reflejan una actitud entre la rebelión y la esperanza, como podemos comprobar en los siguientes títulos:


VERANO DEL 42

Hace años, en Kiev, me contaron por qué los jugadores del Dínamo habían merecido una estatua.

Me contaron una historia de los años de la guerra.

Ucrania ocupada por los nazis. Los alemanes organizan un partido de fútbol. La selección nacional de sus fuerzas armadas contra el Dínamo de Kiev, formado por obreros de la fábrica de paños: los superhombres contra los muertos de hambre.

El estadio está repleto. Las tribunas se encogen, silenciosas, cuando el ejército vencedor mete el primer gol de la tarde; se encienden cuando el Dínamo empata; estallan cuando el primer tiempo termina con los alemanes perdiendo 2 a 1.

El comandante de las tropas de ocupación envía a su asistente a los vestuarios. Los jugadores del Dínamo escuchan la advertencia:

– Nuestro equipo nunca fue vencido en territorios ocupados.

Y la amenaza:

– Si ganan, los fusilamos.

Los jugadores vuelven al campo.

A los pocos minutos, tercer gol del Dínamo. El público sigue el juego de pie y en un solo y largo grito. Cuarto gol y el estadio se viene abajo.

Súbitamente, antes de hora, el juez da por terminado el partido.

Los fusilaron con los equipos puestos, en lo alto de un barranco.

Días y noches de amor y guerra (1978)


PÁJAROS PROHIBIDOS

Los presos políticos uruguayos no pueden hablar sin permiso, silbar, sonreír, cantar, caminar rápido ni saludar a otro preso. Tampoco pueden dibujar ni recibir dibujos de mujeres embarazadas, parejas, mariposas, estrellas ni pájaros. 

Didaskó Pérz, maestro de escuela, torturado y preso por tener ideas ideológicas, recibe un domingo la visita de su hija Milay, de cinco años. La hija le trae un dibujo de pájaros. Los censores se los rompen en la entrada de la cárcel. 

El domingo siguiente, Milay le trae un dibujo de árboles. Los árboles no están prohibidos, y el domingo pasa. Didaskó le elogia la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen en la copa de los árboles, muchos pequeños círculos entre las ramas: 

- ¿Son naranjas?¿qué frutas son?

La niña lo hace callar: 

- Ssssshhhh.

Y en secreto le explica: 

- Bobo, ¿no ves que son ojos? Los ojos de los pájaros que te traje a escondidas. 

(El propio Galeano, en su lucha por las injusticias, se enfrentó con un poder emergente y temible, la dictadura del 73 en Uruguay, que lo llevó directo a prisión. Allí experimentó el dolor del aislamiento al que eran forzados los presos políticos, los peores y más temidos para el régimen dictatorial. Seguramente en este encierro nació este bello cuento.)



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