COMENTARIO
DE TEXTO: EDIPO REY, Sófocles.
[EDIPO solicita que el oráculo TIRESIAS adivine
quién fue el asesino de LAYO, el rey de Tebas a quien él mismo ha sucedido tras
averiguar el enigma de la ESFINGE.]
EDIPO.—¿Qué
has dicho? Repítelo para que lo entienda bien.
TIRESIAS.—¿No
lo has entendido ya? ¿Es que hablé a una piedra?
EDIPO.—No
tanto que pueda responderte; repítelo.
TIRESIAS.—Repito
que tú eres el asesino de Layo, a quien deseas encontrar.
EDIPO.—Te
aseguro que no repetirás con tanto gozo la mortificante injuria que por dos
veces me has lanzado.
TIRESIAS.—¿Quieres
que diga otras cosas que aumentarán tu desesperación?
EDIPO.—Di
cuanto quieras, que en vano hablas.
TIRESIAS.—Digo,
pues, que tú ignoras el abominable contubernio en que vives con los seres que
te son más queridos; y no te das cuenta del oprobio en el que estás.
EDIPO.—¿Y
crees que impunemente puedes continuar siempre calumniándome?
TIRESIAS.—Si;
porque alguna fuerza tiene la verdad.
EDIPO.—La
tiene, pero no en ti. En ti no puede tenerla, porque eres ciego de ojos, de
oído y de entendimiento. [...]
TIRESIAS.—Aunque
tú seas rey, te contestaré lo mismo que si fuera tu igual, pues derecho tengo a
ello. No soy esclavo tuyo, sino de Apolo; de modo que el patronato de Creonte
para nada lo he menester. Y voy a hablar, porque me has injuriado llamándome
ciego. Tú tienes muy buena vista y no ves el abismo de males en que estás
sumido, ni conoces el palacio en que habitas, ni los seres con quienes vives.
¿Sabes, por ventura, de quién eres hijo? ¿Tú no te das cuenta de que eres un
ser odioso a todos los individuos de tu familia, tanto a los que han muerto
como a los que viven; ni de que la maldición de tu padre y de tu madre, que en
su horrible acometida te acosa ya por todas partes, te arrojará de esta tierra,
donde si ahora ves luz, luego no verás más que tinieblas? [...].Entonces me voy. (Al lazarillo) ¡Eh, tú,
muchacho, llévame!(…) Me voy, pero
diciendo antes aquello por lo que fui llamado, sin temor a tu mirada; que no
tienes poder para quitarme la vida. Así, pues, te digo: ese hombre que tanto
tiempo buscas y a quien amenazas y pregonas como asesino de Layo, ese está
aquí, se le tiene por extranjero domiciliado; pero pronto se descubrirá que es
tebano de nacimiento, y no se regocijará al conocer su desgracia. Privado de la
vista y caído de la opulencia en la pobreza, con un bastón que le indique el
camino se expatriará hacia extraña tierra. Él mismo se reconocerá a la vez
hermano y padre de sus propios hijos; hijo y marido de la mujer que lo parió, y
comarido y asesino de su padre.
* Comenta este texto
siguiendo el modelo de comentario visto en la página 84-85 del libro de Casals.
1.
LOCALIZACIÓN.
Este texto corresponde a la
obra Edipo
rey, escrita por uno de los
principales creadores de la tragedia griega junto a Esquilo y Eurípides, Sófocles. Sófocles es reconocido por
sus aportaciones a la modernización del teatro: aumentar el número de actores y
reducir la presencia del coro, adquiriendo así una mayor teatralidad a través
del diálogo vivo de los actores.
Se trata de su obra más
representativa perteneciente al ciclo de
Tebas, una de las historias más tratadas en la tragedia griega (por
ejemplo, el mismo Sófocles escribe Edipo
en Colono o Antígona, pertenecientes
al mismo ciclo tebano). La obra aborda el tema
del dilema sobre el cumplimiento o no de la voluntad de los dioses expuesta en
los oráculos.
Perteneciente al género dramático, puede llegar al
receptor a través de la lectura (como hemos hecho nosotros) o a través de la
representación (sigue siendo una obra representada en la actualidad como en
pasadas ediciones del Festival de Teatro de Mérida, uno de los más
significativos para la representación del teatro clásico).
La acción dramática
seleccionada se sitúa en la primera
parte de la obra, concretamente en el momento en que Edipo inicia la búsqueda
del responsable de la muerte de Layo (antiguo rey de Tebas) con el fin de
acabar con los males que asolan su reino. Para ello hace llamar al adivino
Tiresias.
Previamente a esta escena,
Edipo se dirige a la muchedumbre de ciudadanos para buscar una solución ante
las desgracias que se ciernen sobre Tebas. Creonte ha sido enviado al oráculo
de Delfos y trae la siguiente noticia: Apolo ha respondido que los males se
deben a que la muerte de Layo no ha sido convenientemente vengada.
Posteriormente al episodio
comentado, Edipo sigue con la investigación, y seguirá obteniendo datos que
poco a poco revelarán la verdad sobre su origen (asesinato en un cruce de
caminos, Edipo fue adoptado por los reyes de Corinto, el niño fue abandonado en
un bosque y salvado, etc): es el hijo y
asesino de Layo, y ahora está casado con su madre Yocasta. Ello precipitará la
tragedia: muerte de Yocasta y ceguera de Edipo.
2.
PLANO DE
CONTENIDO.
A. ARGUMENTO. Edipo ha hecho llamar a Tiresias, anciano adivino
que conoce todos los oráculos, para que le desvele lo que sabe acerca del
asesinato de Layo. Con lenguaje enigmático
(no tanto para el público), Tiresias afirma que el asesino es el propio Edipo,
e incluso anuncia el terrible final para dicho asesino cuando se descubra la
verdad.
B. TEMA. El tema o idea central del texto es el anuncio
enigmático del terrible destino que se cierne sobre Edipo.
C.
ESTRUCTURA INTERNA.
El texto se estructura en dos núcleos esenciales:
a. El diálogo entre Edipo y Tiresias. En dicho diálogo,
muy vivo y lleno de réplicas, se enfrentan ambos personajes y se observa el
enfado y consternación de Edipo ante las oscuras palabras amenazantes de
Tiresias.
b. El parlamento de Tiresias. El adivino responde sin
miedo y desvela, aunque siempre desde un lenguaje confuso, todo el asunto para
el que fue llamado (anticipando para el público el desenlace de la obra).
D. ESTRUCTURA
EXTERNA.
El texto está escrito en prosa.
Se trata de un diálogo con acotaciones entre Edipo y Tiresias. En este caso no
aparecen intervenciones del coro.
3.
ANÁLISIS DE LAS
CARACTERÍSTICAS LINGÜÍSTICAS Y LITERARIAS.
A. ACCIÓN. La acción dramática se inicia en un momento de
tensión entre los dos personajes, al acusar Tiresias a Edipo del asesinato de
Layo. Sin embargo, el clímax se desencadena en el momento en que Tiresias
anuncia que se marchará, pero “diciendo
antes aquello por lo que fui llamado”, y que es su forma de desvelar la
tragedia de Edipo (aunque solo para el público, que tiene todas las claves
sobre la historia.)
B. PERSONAJES.
Edipo, en su categoría de rey, se muestra como un héroe típico de la
tragedia griega: se enfrenta al conflicto con mucha dignidad. En este
fragmento, concretamente se muestra muy duro con Tiresias ante la velada
acusación de este. No obstante, aquí vemos que es un personaje “cegado”, que no
quiere comprender, porque no alcanza su razón para semejante acusación. Así lo
define Tiresias: “tú ignoras el abominable
contubernio”, “y no te das cuenta del oprobio”, etc.
Tiresias se presenta ante el rey Edipo como un personaje muy
digno, a su mismo nivel: “te contestaré
lo mismo que si fuera tu igual, pues derecho tengo a ello”. Está ofendido
incluso:: “Yo voy a hablar porque me has
injuriado llamándome ciego” (toda la ironía
se encierra en este calificativo), cumpliendo
así con su labor de servicio a Apolo.
En
este caso no aparece el coro (sin
embargo, y a partir de la lectura de toda la obra, podemos hacer analizar
brevemente su postura y comportamiento: representan a los ciudadanos tebanos. Muestran también una evolución durante
la obra:
1º.
Demuestran su apoyo
incondicionalmente a Edipo.
2º. Muestran sus dudas.
3º. Lamentación final por el
desenlace trágico.)
Por otro lado, se menciona a Creonte y a Apolo:
- Creonte: es el cuñado de
Edipo, hermano de su esposa Yocasta, y Tiresias alude a él porque se le acusa
de estar aliado con este para desterrar a Edipo del trono.
- Apolo: es el dios de la
sabiduría, y a él estaba consagrado el famoso oráculo de Delfos. Por ello,
Tiresias dice: “No soy esclavo tuyo, sino
de Apolo”.
C.
ESPACIO Y TIEMPO.
La acción de toda la obra se desarrolla en torno al palacio de Edipo en
Tebas. Aunque no se especifica, sí aparece nombrado en el texto: “ni conoces el palacio que habitas”.
A lo largo de la obra, y como espacios relatados se alude a Delfos
(donde se encuentra el oráculo) y Corinto (reino del que procede Edipo, donde
lo adoptaron)
En cuanto al tiempo, no hay ninguna mención, pero como en todo el
teatro griego, la acción cumple con la unidad de tiempo: todo se desarrolla en
el plazo de un día.
D. DIÁLOGO.
El diálogo está formado por intervenciones cortas, simples y directas,
que aportan mucho dinamismo.
El parlamento de Tiresias, sin embargo, alcanza más sobriedad y
trascendencia, puesto que está anunciando los terribles males que se ciernen
sobre el personaje de Edipo (sin que este lo sepa).
E. ACOTACIONES.
Las acotaciones, es decir, las anotaciones del texto referidas a la
actuación de los personajes, el decorado o la iluminación, son prácticamente
inexistentes en el teatro griego. Tan solo aparece una acotación: (Al
lazarillo), para indicar la presencia de un personaje en escena que no
interviene en el diálogo, y es un simple guía del ciego Tiresias, que ya
comienza a retirarse.
F. LENGUAJE Y
RECURSOS LITERARIOS.
El lenguaje es vivo, directo, de léxico sencillo, especialmente en el
diálogo inicial, con numerosas preguntas y estructuras imperativas: “¿Qué has dicho? Repítelo…” “¿No lo has entendido?” “Eh, tú, muchacho,
llévame”
Incluso aparecen insultos: “¿Es que hablé a una piedra?” “eres ciego de ojos, de oído y de
entendimiento”.
Aparecen también recursos retóricos que embellecen estéticamente el
mensaje:
- Antítesis, unidas a la paradoja y la ironía: “Tú tienes buena
vista y no ves el abismo de males…” “si ahora ves luz, luego no verás más que
tinieblas”, “caído de la opulencia en la pobreza”
-
Las preguntas retóricas están igualmente cargadas de ironía, puesto que su
interlocutor desconoce la respuesta (no así el público): “¿Sabes, por ventura, de quién eres hijo? ¿Tú no te das cuenta de
que eres un ser odioso a todos los individuos de tu familia…?
- El texto se cierra con una estructura paralelística, con la que trata de reafirmar la terrible situación
en la que vive Edipo (parricida, incestuoso): “hermano y padre de sus propios hijos; hijo y marido de la mujer que lo
parió, y comarido y asesino de su padre.”
4.
CONCLUSIÓN.
En este texto, donde se muestra
la ironía del terrible destino que se cierne sobre Edipo, queda patente la
maestría de Sófocles al tratar el sufrimiento de la humanidad sometida al criterio
de los dioses.
es muy cool aprender sobre la cultura griega
ResponderEliminar