jueves, 4 de octubre de 2018

LÍRICA GRIEGA I: Safo

Safo es la poetisa más importante y leída de la Antigüedad.
Sabemos que había más mujeres, nos han llegado sus nombres (Corina, Mirtis, Praxila, Beo, Erina...), pero sus versos desaparecieron y ya nunca podremos leerlos. 



Safo nació hacia el 650 o 600 a.C en la isla de Lesbos (origen de  la palabra “lesbiana”), donde dirigió una escuela literaria para chicas jóvenes de origen noble. Allí enseñaba poesía además de danza, música, filosofía, gimnasia y las artes del placer.
En Lesbos, a diferencia de Atenas, las mujeres disfrutaban de los mismos derechos que los hombres.
Después de su muerte, Mitilene acuñó monedas con su busto y los atenienses le erigieron una estatua en bronce, obra de Silanión.




TEMAS:
-        - Quejas amorosas dedicadas a hombres y mujeres.
-       - Sensualidad.

ESTILO. La poesía de Safo se caracteriza por:
-         -La exquisita belleza de su dicción.
-        -Su perfección formal
-        -Su intensidad
-        -Su emoción.

TRASCENCIA DE SU OBRA.
Los poemas de Safo fueron acogidos con entusiasmo desde la antigüedad. Se recitaban y se conocían en la Atenas del siglo V a.C. y más tarde, en Roma, había bustos de ella y los poetas latinos la alaban.
Ya a partir de la época alejandrina se puso de manifiesto el interés por conservar su obra e intentar descubrir nuevas partes. 
Safo ha sido probablemente la poetisa más traducida y más imitada de la antigüedad clásica. A lo largo de los siglos, autores como Platón, Catulo, Petrarca, Leopardi, Hölderlin, Lord Byron o Rilke, entre otros, han admirado su obra, considerándola una cumbre indiscutible de la poesía universal.
Pero también podemos ver esa actitud libre de una mujer componiendo poemas de amor en la literatura más cercana. Muchas son las jóvenes poetas actuales que utilizan las redes sociales para hablar abiertamente del amor. Aquí tenemos algunos ejemplos.

Vamos a leer algunos poemas de Safo:



EFECTOS DEL AMOR.
Me parece igual a un dios el hombre
que frente a ti se sienta, y tan de cerca
te escucha absorto hablarle con dulzura
y reírte con amor.
Eso, no miento, no, me sobresalta
dentro del pecho el corazón; pues cuando
te miro un solo instante, ya no puedo
decir ni una palabra.
La lengua se me hiela, y un sutil
fuego no tarda en recorrer mi piel,
mis ojos no ven nada, y el oído
me zumba, y un sudor
frío me cubre, y un temblor me agita
todo el cuerpo, y estoy, más que la hierba,
pálida, y siento que me falta poco
para quedarme muerta.

LO MÁS BELLO.
Dicen unos que un ecuestre tropel; la infantería,
Otros; y esos, que una flota de barcos resulta
Lo más bello en la oscura tierra, pero yo digo
Que es lo que uno ama.
Y es muy fácil hacerlo comprensible a cualquiera.
Pues aquella que mucho en belleza aventajaba
A todos los humanos, Helena, a su esposo,
Un príncipe ilustre,
Lo abandonó y marchose navegando hacia Troya,
Sin acordarse ni de su hija ni de sus padres
En absoluto, sino que la sedujo Cipris.

También a mí ahora a mi Anactoria ausente
Me has recordado.
Cómo preferiría yo el amable paso de ella
Y el claro resplandor de su rostro ver ahora
A los carros de guerra de los lidios en armas
Marchando al combate.

NOTAS:
Cipris: Afrodita. 


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