domingo, 2 de diciembre de 2018

LÍRICA CULTA MEDIEVAL: Poesía provenzal o trovadoresca


LA POESÍA PROVENZAL.
La primera manifestación de lírica culta en lengua romance surgió en el sur de Francia en el siglo XII, en la región de Provenza.



LENGUA:
Concretamente se escribía en la lengua provenzal u occitana (lengua de oc, cuyo significado es , y que a su vez proviene del latín HOC, HIC – ESTE; finalmente dio nombre a una región al sur de Francia: Occitania, y por extesión Occidente).
Autores de toda Europa imitaron no solo el estilo, sino que también compusieron sus obras en lengua provenzal (es algo así como el italiano para la ópera o el inglés para gran parte de la música pop-rock actual).

AUTORES:
Sus autores son los llamados trovadores. Se diferencian de los juglares porque:
-        Son autores cultos: nobles, príncipes…
-        Componen sus propias obras, tanto la letra como la música.

También existieron mujeres que compusieron lírica culta. Reciben el nombre de trobairitz.
Un ejemplo es la Condesa de Día.

DIFUSIÓN.
Aunque eran composiciones escritas, se difundían de forma oral, acompañadas de música.
Con el tiempo también fueron recogidas en cancioneros, especie de cuadernillos, a veces con música, que agrupaban las obras del trovador.
El público estaba conformado por la nobleza que buscaba el entrenamiento en la corte y en palacios.



1.     GÉNEROS.
-       CANÇÓ: tema amoroso.
TEMAS: Amor cortés.
En este código, el enamorado atraviesa cuatro grados o etapas:
1. Feñedor: aún no se atreve a expresar su amor a la dama.
2. Precador: le expresa el amor que siente por ella.
3. Entendedor: el trovador es correspondido por la dama.
4. Drudo: son amantes en secreto, si todo se descubriera ocasionaría la muerte de la pareja.

ESTILO:
1.     Poesía llana (trovar pla): sencillez en la expresión de los sentimientos.
2.     Poesía hermética (trovar clus o escur): recargada de conceptos y de expresión complicada. Belleza formal basada en: sonoridad, juegos de palabras, etc.

-       SIRVENTÉS: satírico y anecdótico.
TEMAS: ataques personales, polémicas literarias, discursos morales...
ESTILO: Se compone sobre la estrofa, rimas y música de la cansó (son como las parodias actuales)

-       TENÇÓ: debate entre dos poetas (semejante a las “peleas de gallos” del rap actual)
-       ALBADA: dolorosa separación de los enamorados al amanecer.
-       PASTORELA: encuentro entre un caballero y una pastora idealizada, a la que requiere de amores.
-       PLANTO: lamento fúnebre por la muerte de un personaje.


EVOLUCIÓN Y AUTORES.
Desde la Provenza francesa la lírica culta se extendió por toda Europa con diferentes manifestaciones:

1.    Cataluña.
En Cataluña tuvo gran difusión debido a las relaciones históricas entre la Provenza y la casa condal de Barcelona, a donde llegaron numerosos trovadores. Destacamos a Bernat de Ventadorn y Guillem de Berguedá (este último, enamorado de la mujer de su señor)
 
AUSIAS MARCH.
La novedad de la poesía amorosa de Ausiàs March está en la visión de la mujer: no es ya la dama orgullosa (poesía provenzal) ni es tampoco la donna angelicata (dolce stil nuovo), sino que es una mujer de carne y hueso.

2.    Castilla. Poesía cancioneril.
JORGE MANRIQUE. Coplas a la muerte de su padre (planto)
MARQUÉS DE SANTILLANA. Serranillas (pastorela).

3.    Francia.

4.    Alemania. Los minnesinger. Son poetas de lírica cortés en lengua alemana, cantores profesionales que tratan del amor y del arte de vivir. 

5.    Italia. Dolce stil nuovo.
DANTE.
PETRARCA.


viernes, 23 de noviembre de 2018

ACTIVIDAD VOLUNTARIA: Las mil y una noches

A partir del estudio de Las mil y una noches, os planteo la siguiente actividad voluntaria:

Consulta la entrada de este blog sobre Las mil y una noches. Lee el cuento titulado "Imagínate que te quiero". A continuación, crea una entrada en tu blog donde contestes a las siguientes cuestiones:
1. Realiza un resumen del cuento.
2. Establece relaciones con Las mil y una noches, fijándote en los siguientes aspectos: personajes, estructura, contenidos...

miércoles, 7 de noviembre de 2018

LECTURA VOLUNTARIA: Las mil y una noches

Para los que queráis leer de forma voluntaria Las mil y unas noches aquí tenéis la selección de los cuentos que hay que leer, que encontraréis pinchando en el siguiente enlace

- Historia del Rey Schahriar y de su Hermano el Rey Schahzaman (hasta la Primera Noche).
- Historia de Aladino y la lámpara mágica
- Alí Babá y los cuarenta ladrones
- El ángel de la muerte y el rey de Israel (que aparece abajo, en esta misma entrada del blog)
- El cuento Imagínate que te quiero, (incluido más abajo, en esta entrada del blog)

A continuación, resume cada una de las historias. Para saber un poco más, aquí os dejo algunos apuntes que os pueden servir.

Para acercarnos a esta famosa colección de cuentos, podemos abordar distintos enfoques (y todos ellos nos acercan la obra a la actualidad):
Las versiones Disney de los principales cuentos contenidos en la antología, es quizás imagen que tengáis más presente.


En cuanto a su estructura, Las mil y una noches presenta el conocido marco de la joven Sherezade que ha de entretener al sultán contando cuentos cada noche. Como homenaje a esta estructura, podemos ver versiones tan actuales como Imagínate que te quiero. 

Respecto a la temática, en Las mil y una noches podemos leer este apólogo en el que se aborda el tema de la muerte, perteneciente a la Noche 463:
EL ÁNGEL DE LA MUERTE Y EL REY DE ISRAEL.

Se cuenta de un rey de Israel que fue un tirano. Cierto día, mientras estaba sentado en el trono de su reino, vio que entraba un hombre por la puerta de palacio; tenía la pinta de un pordiosero y un semblante aterrador. Indignado por su aparición, asustado por el aspecto, el rey se puso en pie de un salto y preguntó:
—¿Quién eres? ¿Quién te ha permitido entrar? ¿Quién te ha mandado venir a mi casa? 
—Me lo ha mandado el Dueño de la casa. A mí no me anuncian los chambelanes ni necesito permiso para presentarme ante reyes ni me asusta la autoridad de los sultanes ni sus numerosos soldados. Yo soy aquel que no respeta a los tiranos. Nadie puede escapar a mi abrazo; soy el destructor de las dulzuras, el separador de los amigos.
Cuando oyó estas palabras, el rey cayó al suelo, un estremecimiento recorrió todo su cuerpo y quedó sin sentido. Al volver en sí, dijo:
—¡Tú eres el Ángel de la Muerte!
—Sí.
—¡Te ruego, por Dios, que me concedas el aplazamiento de un día tan sólo para que pueda pedir perdón por mis culpas, buscar la absolución de mi Señor y devolver a sus legítimos dueños las riquezas que encierra mi tesoro; así no tendré que pasar las angustias del juicio ni el dolor del castigo!
—¡Ay! ¡Ay! No tienes medio de hacerlo. ¿Cómo te he de conceder un día si los de tu vida están contados, si tus respiros están inventariados, si tu plazo de vida está predeterminado y registrado?
—¡Concédeme una hora!
—La hora también está en la cuenta. Ha transcurrido mientras tú te mantenías en la ignorancia y no te dabas cuenta. Han terminado ya tus respiros: sólo te queda uno.
—¿Quién estará conmigo mientras sea llevado a la tumba?
—Únicamente tus obras.
—¡No tengo buenas obras!
—Pues, entonces, no cabe duda de que tu morada estará en el fuego, de que en el porvenir te espera la cólera del Todopoderoso.
A continuación le arrebató el alma y el rey cayó del trono al suelo.
Se oyeron los clamores de sus súbditos; se elevaron voces, gritos y llantos; pero si hubieran sabido lo que le preparaba la ira de su Señor, los lamentos y sollozos aún hubiesen sido mayores y más y más fuertes los llantos.


Curiosamente, este cuento y otros muy semejantes procedentes de diversas fuentes (hebreas, persas...) han llegado hasta la literatura actual con versiones tan conocidas como esta que incluye Bernardo Atxaga en su Obabakoak:


EL CRIADO DEL RICO MERCADER

Érase una vez, en la ciudad de Bagdad, un criado que servía a un rico mercader. Un día, muy de mañana, el criado se dirigió al mercado para hacer la compra. Pero esa mañana no fue como todas las demás, porque esa mañana vio allí a la Muerte y porque la Muerte le hizo un gesto.
Aterrado, el criado volvió a la casa del mercader.
—Amo -le dijo-, déjame el caballo más veloz de la casa. Esta noche quiero estar muy lejos de Bagdad. Esta noche quiero estar en la remota ciudad de Ispahán.
—Pero, ¿por qué quieres huir? -le preguntó el mercader.
—Porque he visto a la Muerte en el mercado y me ha hecho un gesto de amenaza.
—El mercader se compadeció de él y le dejó el caballo, y el criado partió con la esperanza de estar por la noche en Ispahán.
Por la tarde, el propio mercader fue al mercado, y, como le había sucedido antes al criado, también él vio a la Muerte.
—Muerte -le dijo acercándose a ella-, ¿por qué le has hecho un gesto de amenaza a mi criado?
—¿Un gesto de amenaza? -contestó la muerte-. No, no ha sido un gesto de amenaza, sino de asombro. Me ha sorprendido verlo aquí, tan lejos de Ispahán, porque esta noche debo llevarme en Ispahán a tu criado. 


martes, 6 de noviembre de 2018

OVIDIO, METAMORFOSIS: Píramo y Tisbe

Aquí tenéis una de las más conocidas leyendas incluidas en las Metamorfosis de Ovidio. Tras su lectura, realiza las siguientes actividades:


- Resume con tus palabras la historia de amor entre Píramo y Tisbe.
- Busca referencias de esta leyenda en el teatro de Shakespeare (indica sus títulos).


PÍRAMO Y TISBE.
Era Píramo el joven más apuesto y Tisbe la más bella de las chicas de Oriente. Vivían en casas contiguas, allí donde se dice que Semíramis ciñó de muros de tierra cocida su elevada ciudad. Su proximidad les hizo conocerse y empezar a quererse. Con el tiempo creció el amor.
Hubieran acabado casándose, pero se opusieron los padres. Aunque no les dejaban verse, lograban comunicarse por señas y por gestos; no pudieron los padres impedir que cada vez estuvieran más enamorados: y cuanto más ocultan el fuego, más se enardece el fuego oculto.
La pared medianera de las dos casas tenía una pequeña grieta casi imperceptible que se había producido antaño, durante su construcción, pero ellos la descubrieron y la hicieron conducto de su voz. A través de ella pasaban sus palabras de ternura, a veces también su desesperación. Muchas veces, cuando de una parte estaba Tisbe y de la otra Píramo, y habían ellos percibido mutuamente la respiración de sus bocas, decían:” Pared envidiosa, ¿por qué te alzas como obstáculo entre dos amantes?. ¿ Qué te costaba permitirnos unir por entero nuestros cuerpos, o, si eso es demasiado, ofrecer al menos una abertura para nuestros besos? Pero no somos ingratos; confesamos que te debemos el que se haya dado a nuestras palabras paso hasta los oídos amigos”.
Después de hablar así en vano y separados como estaban, al llegar la noche se dijeron adiós, y dio cada uno a su parte besos que no llegaron al otro lado.
Pero al día siguiente se reunieron en el lugar de costumbre , y después de muchos lamentos murmurados en voz baja, toman una decisión. Acuerdan escaparse por la noche, burlando la vigilancia, y reunirse fuera de la ciudad. Se encontrarían junto al sepulcro de Nino, al amparo de un moral (árbol)que allí había. Un árbol había allí cuajado de brutos blancos como la nieve, un erguido moral, situado en las proximidades de un frio manantial.
Este plan adoptan; ese día se les hizo eterno. Al fin llega la noche. Tisbe, embozada, logra salir de casa sin que se den cuenta y llega la primera a la tumba y se sienta bajo el árbol convenido: el amor la hacía audaz.
En esto se acerca a beber a la fuente una leona, con sus fauces aún ensangrentadas de una presa reciente, con la intención de apagar su sed en las aguas de la vecina fuente. Al percibirla de lejos a la luz de la luna, Tisbe escapa asustada y se refugia en el fondo de una cueva. En su huida se le cayó el velo con que cubría su cabeza. Cuando la leona hubo aplacado su sed en la fuente, encontró el velo y lo destrozó con sus garras y sus dientes.
Algo más tarde llegó por fin Píramo. Distinguió en el suelo las huellas de la leona y su corazón se encogió; pero cuando vio el velo de Tisbe ensangrentado y destrozado, ya no pudo reprimirse: "Una misma noche - dijo - acabará con los dos enamorados. Ella era, con mucho, más digna de una larga vida; yo he sido el culpable. Yo te he matado, infeliz; yo, que te hice venir a un lugar peligroso y no llegué el primero. ¡Destrozadme mi cuerpo, leones, que habitáis estos parajes, y devorad a fieros mordiscos esas vísceras criminales! Pero es de cobardes limitarse a decir que se desea la muerte".
Levanta del suelo los restos del velo de Tisbe y acude con él a la sombra del árbol de la cita. Riega el velo con sus lágrimas, lo cubre de besos y dice: "Recibe también la bebida de mi sangre". El puñal que llevaba al cinto se lo hundió en las entrañas y se lo arrancó de la herida moribundo mientras caía tendido boca arriba. Su sangre salpicó hacia lo alto, como cuando en un tubo de plomo deteriorado se abre una hendidura, que por el estrecho agujero lanza chorros de agua, y manchó de oscuro la blancura de las moras. Las raíces de la morera, absorbiendo la sangre derramada por Píramo, acabaron de teñir de color púrpura los frutos que cuelgan.
Aún no repuesta del susto, vuelve la joven al lugar de la cita, deseando encontrarse con su amado y contarle el enorme peligro del que se ha librado. Reconoce el lugar, pero la hace dudar el color de los frutos del árbol, se queda perpleja sobre si será el mismo árbol. Mientras vacila distingue un cuerpo palpitante en el suelo ensangrentado; retrocedió, y con el semblanate pálido un estremecimiento de horror recorrió todo su cuerpo. Cuando reconoció que era Píramo, se da golpes, se tira de los pelos y se abraza al cuerpo de su amado, mezclando sus lágrimas con la sangre. Al besar su rostro, ya frío, gritaba: "Píramo, ¿qué desgracia te aparta de mí? Responde, Píramo, escúchame y levanta tu cabeza abatida, te llama tu querida Tisbe". Al nombre de Tisbe, entreabrió Píramo sus ojos moribundos, que, tras verla a ella, se volvieron a cerrar.

Cuando ella reconoció su velo destrozado y vio vacía la vaina del puñal, exclamó: "Infeliz, te han matado tu propia mano y tu amor. Al menos para esto tengo yo también manos y amor suficientes para herirme: te seguiré en tu final. Cuando se hable de nosotros, se dirá que de tu muerte he sido yo la causa y la compañera. De ti sólo la muerte podía separarme, pero ni la muerte podrá separarme de ti. En nombre de los dos una sola cosa os pido , padre mío y padre de este infortunado, que a los que compartieron su amor y su última hora no les pongáis reparos a que descansen en una misma tumba. Y tú, árbol que acoges el cadáver de uno y pronto el de los dos, conserva para siempre el color oscuro de tus frutos en recuerdo y luto de la sangre de ambos". Dijo y, colocando bajo su pecho la punta del arma, que aún estaba templada por la sangre de su amado, se arrojó sobre el hierro.
Sus plegarias conmovieron a los dioses y conmovieron a sus padres, pues las moras desde entonces son de color oscuro cuando maduran y los restos de ambos descansan en una misma urna. 

domingo, 4 de noviembre de 2018

LÍRICA LATINA: Horacio.

HORACIO (65-8 a.C)



Antes de conocer al autor, vamos a leer un poema actual con el que algunos os sentiréis identificados. Es de Manuel Vilas y se titula "El joven traductor de Horacio".

VIDA.
Horacio es un espíritu delicado que destaca por su agudeza psicológica, su inspiración, su espontaneidad.
Sus versos siguen trasmitiéndonos enseñanzas y caminos de vida válidos en la actualidad. 
Defiende la mesura, el disfrute de la vida y sus pequeños placeres, censurando la exageración.

Varios de su poemas se han convertido en tópicos literarios, como el Beatus ille , Carpe diem , Aurea mediocritas  o Sapere Aude que tienen numerosas manifestaciones en la lírica castellana y universal (vamos a buscarlas). Además, y ya en el plano formal, ejerce sobre sus poemas la labor limae (corrección constante). 

POEMAS

BEATUS ILLE.
Dichoso aquel que lejos de negocios,
como la antigua raza de los hombres,
paternos campos con sus bueyes ara
sin interés de usura.

Ni, soldado, despierta al toque hiriente
del clarín ni le asusta mar airado.
Evita el foro y las soberbias puertas 
del hombre poderoso.

Se ocupa en enlazar erguidos álamos
con las crecidas vides
o mira al fondo de cerrado valle
cómo vagan rebaños mugidores.

Ama tenderse bajo vieja encina
o sobre espesa hierba;
fluyen las aguas por el hondo cauce
mientras plañen las aves en el bosque.
            (Traducción de E. Martino)



ODAS, I.
Dum loquimur, fugerit invida aestas:
Carpe diem,
Quam mínimum crudela postero.

(Mientras hablamos, huye el tiempo envidioso.
Vive el día de hoy. Captúralo.
No fíes del incierto mañana).






Epístola II. SAPERE AUDE

Dimudum facti, qui coepit, habet;
sapere aude
Incipe.

("La mitad del trabajo tiene quien empieza. / ¡Atrévete a saber! ¡Comienza!"
La exhortación la hace en relación a Odiseo, cuando hizo uso de su inteligencia en todas y cada una de sus aventuras, cuando parecía que todo estaba perdido.)


AUREA MEDIOCRITAS
Auream quisquis mediocritatem
diligit, tutus caret obsoleti
sordibus tecti, caret invidenda
sobrius aula. 

(El que se contenta con su dorada medianía / no padece intranquilo las miserias de un techo que se desmorona, / ni habita palacios fastuosos / que provoquen a la envidia.)

LÍRICA LATINA: Virgilio.


VIRGILIO (70-19 a.C)

Nació en una familia de humildes pastores y marchó a perfeccionar estudios a Roma, donde fue protegido por un noble llamado Mecenas.

Ya lo conocemos por su gran obra épica, la Eneida, pero en el género de la lírica destaca su obra las Bucólicas, églogas o historias de amor protagonizadas por pastores idealizados en un marco igualmente idílico y armonioso (locus amoenus), al que denominó Arcadia.

                                  Representación de Arcadia del pintor romántico Friedrich August von Kaulbach.

Este modelo de escritura sirvió de inspiración para numerosos autores de los siglos XVI y XVII. En la literatura castellana, recordamos la Égloga I de Garcilaso de la Vega.

Este es un fragmento del canto de Salicio:

Por ti el silencio de la selva umbrosa,
por ti la esquividad y apartamiento
del solitario monte m’agradaba;
por ti la verde hierba, el fresco viento,
el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera deseaba.
           ¡Ay, cuánto m’engañaba!
           ¡Ay, cuán diferente era
           y cuán d´otra manera
lo que en tu falso pecho se escondía!
Bien claro con su voz me lo decía
la siniestra corneja, repitiendo
           la desventura mía.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.


     ¡Cuántas veces, durmiendo en la floresta,
reputándolo yo por desvarío,
vi mi mal entre sueños, desdichado!
Soñaba que en el tiempo del estío
llevaba (por pasar allí la siesta)
a abrevar en el Tajo mi ganado;
           y después de llegado,
           sin saber de cuál arte,
           por desusada parte
y por nuevo camino el agua s’iba;
ardiendo yo con la calor estiva,
el curso enajenado iba siguiendo
           del agua fugitiva.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.






Herrera, pág. 390
     Tu dulce habla ¿en cúya oreja suena?
Tus claros ojos, ¿a quién los volviste?
¿Por quién tan sin respeto me trocaste?
Tu quebrantada fe, ¿dó la pusiste?
¿Cuál es el cuello que como en cadena
de tus hermosos brazos añudaste?
           No hay corazón que baste,
           aunque fuese de piedra,
           viendo mi amada hiedra
de mí arrancada, en otro muro asida,
y mi parra en otro olmo entretejida,
que no s’esté con llanto deshaciendo
           hasta acabar la vida.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
Herrera, pág. 391




LÍRICA LATINA: Catulo

CATULO (87-54 a.C)

Es el máximo representante de la poesía lírica amorosa.
Es admirador de Safo.
Sus composiciones están dedicadas a Lesbia (Clodia), en forma de diario amoroso:
1º. Enamoramiento.
2º. Goce.
3º. Celos.
4º. Despedida tras la ruptura.

De su estilo destacan:
-       Una mezcla de elementos cultos y populares (ej. Diminutivos)
-       Una presentación novedosa del amor, incluyendo el amor carnal.

Estos son algunos de sus poemas más conocidos. Trata de localizar el momento amoroso que representan:

Odio et amo
Odi et amo. Quare id faciam, fortasse requiris.
Nescio, sed fieri sentio et excrucior.

Odio y amo. Quizás te preguntes por qué hago esto.
No lo sé, pero siento que así ocurre y me torturo.

¿Qué recurso literario domina y qué tipo de sentimiento trata de expresar?

Como curiosidad, incluso lo podemos escuchar en latín:



Se me figura igual a los dioses

Se me figura igual a los dioses
y, si es posible, superior a ellos
el hombre que, sentado frente a ti,
te contempla y escucha
tu dulce risa, lo que me arrebata
todo sentido, Lesbia, pues, apenas
te veo, se me apaga la voz,
mi lengua
se paraliza, por mis miembros corre
sutil fuego, me zumban sordamente
los oídos, y una doble noche
cubre mis ojos.
La ociosidad, Catulo, te es funesta.
La ociosidad te exalta demasiado.

La ociosidad, antes que a ti, ha perdido
a reyes y ciudades florecientes.
(Traducción de Luis Alberto de Cuenca)

¿Qué sentimiento es el que aquí se expresa? Compara este poema con el titulado Efectos del amor de la poetisa griega Safo.

Vivamos, Lesbia mía.
Vivamos, Lesbia mía, y amémonos,
y las murmuraciones de los viejos severos
pensemos que no valen un ardite.
El sol puede morir y renacer;
nosotros, cuando muera esta breve luz,
tendremos que dormir una noche perpetua.
Dame mil besos, luego cien,
Luego otros mil, después cien más,
Todavía otros mil y luego cien,
y al fin, cuando contemos muchos miles,
confundamos la cuenta para no saber el total
y para que ningún malvado pueda aojarnos
al saber que los besos han sido tantos.

¿Qué tópico literario se apunta en el poema? 

Incluso en la música actual podemos encontrar canciones que invitan al disfrute amoroso a través de los besos:


viernes, 19 de octubre de 2018

ACTIVIDAD 4: La prosa griega: Las Fábulas

RECUERDA:
La creación de las fábulas se atribuye a ESOPO (s. VI a.C).
Se trata de un relato breve, protagonizado por animales (personificados), del que se extrae una enseñanza moral.

ACTIVIDAD:
1. Lee la siguiente selección de fábulas de Esopo.
2. Busca otras fábulas similares (en temática, protagonistas, etc.) pertenecientes a la tradición de fábulas en castellano.
3. Finalmente, crea una entrada en tu blog en la que incluyas sendas fábulas (estableciendo las relaciones con la obra de Esopo).

Los autores de fábulas en castellano que debes buscar son los siguientes: 
-       - Arcipreste de Hita, Libro de buen amor.
-       - Don Juan Manuel, El conde Lucanor.
-       - Tomás de Iriarte o Félix María Samaniego, Fábulas.





El león y el ratón
Dormía tranquilamente un león, cuando un ratón empezó a juguetear encima de su cuerpo. Despertó el león y rápidamente atrapó al ratón; y a punto de ser devorado, le pidió éste que le perdonara, prometiéndole pagarle cumplidamente llegado el momento oportuno. El león echó a reír y lo dejó marchar.
Pocos días después unos cazadores apresaron al rey de la selva y le ataron con una cuerda a un frondoso árbol. Pasó por ahí el ratoncillo, quien al oir los lamentos del león, corrió al lugar y royó la cuerda, dejándolo libre.
-- Días atrás -- le dijo --, te burlaste de mí pensando que nada podría hacer por tí en agradecimiento. Ahora es bueno que sepas que los pequeños ratones somos agradecidos y cumplidos.
Nunca desprecies las promesas de los pequeños honestos. Cuando llegue el momento las cumplirán.

La zorra y el cuervo gritón
Un cuervo robó a unos pastores un pedazo de carne y se retiró a un árbol. Lo vio una zorra, y deseando apoderarse de aquella carne empezó a halagar al cuervo, elogiando sus elegantes proporciones y su gran belleza, agregando además que no había encontrado a nadie mejor dotado que él para ser el rey de las aves, pero que lo afectaba el hecho de que no tuviera voz.
El cuervo, para demostrarle a la zorra que no le faltaba la voz, soltó la carne para lanzar con orgullo fuertes gritos. La zorra, sin perder tiempo, rápidamente cogió la carne y le dijo:
-- Amigo cuervo, si además de vanidad tuvieras entendimiento, nada más te faltaría realmente para ser el rey de las aves.
Cuando te adulen, es cuando con más razón debes cuidar de tus bienes.

La liebre y la tortuga.
Viendo una tortuga que hacía burla de sus pies una liebre, le dijo riendo: ¿Quieres que apostemos a quién corre más? Tú te burlas de mis pies, pero, si quieres, verás que soy más ligera que tú.
La liebre respondió:
-Bien sabes lo veloz que soy en correr, pero, ya que lo quieres, elijamos un juez, que señale las condiciones de la apuesta.
Eligieron a la zorra como la más astuta de todos los animales; y esta fijó el lugar y el término de la carrera. La tortuga, fiándose de sus pies, se puso a descansar un poco y se durmió. Cuando despertó, corrió muy aprisa para llegar al término; pero fue en vano su diligencia, porque cuando llegó vio a la tortuga, que ya estaba descansando, y entonces, avergonzada, confesó que había perdido la apuesta.
Esta fábula enseña que la mayor parte de las cosas se consiguen mejor con cuidado y diligencia que con la fuerza corporal.

El lobo y el cordero.
Un cordero y un lobo, cada uno por su lado, vinieron a beber en un río. El lobo que bebía arriba, mirando al cordero que bebía más abajo, le dijo:
-¿Por qué me has enturbiado el agua que yo bebía?
- ¿Cómo te pude enturbiar el agua –respondió humildemente el cordero- siendo así que corre de donde tú estás a donde yo estoy?
El lobo no haciendo caso de la verdad ni de la razón, le dijo:
-¿Y por eso blasfemas?
-No he blasfemado –respondió el cordero.
Pero el lobo, buscando pretextos para matarlo, le dijo:
-Seis meses hace que me injurió tu padre.
-Yo en ese tiempo, -respondió el cordero- aún no había nacido.
- No obstante, me pagarás ahora su ofensa –dijo el lobo. Y arrojándose encima de él, lo devoró.
Esta fábula significa que con los malos y perversos de nada sirve la verdad ni la razón; ni vale otra cosa con ellos sino la fuerza.

Esopo, Fábulas completas, M.E. Editores.