La Edad Media fue la época dorada de la epopeya: poemas narrativos, también llamados cantares de gesta, que cuentan las hazañas de héroes movidos por el valor y la lealtad, en los que se entremezclan historia, leyenda y mito.
Sus principales características son:
a. Literatura oral. Las historias son difundidas por un juglar mediante el canto y la recitación.
b. Autor anónimo y colectivo. El juglar no dispone de un texto fijo, sino que lo crea oralmente para satisfacer las expectativas de un auditorio concreto, lo que exige cierta capacidad para improvisar, para cambiar el tono, tocando los temas que más interesan y evitando otros que puedan aburrir. Luego intervienen otros transmisores que lo modifican, así el cantar de gesta se convierte en una obra anónima de autoría colectiva.
c. Idealización del héroe. Representa los ideales, aspiraciones y deseos de autoafirmación de una comunidad, por lo que adquieren un marcado carácter nacional. El héroe es descrito con algunos de sus atributos caballerescos, como sus espadas, bautizadas con nombre propio (la Balmung de Sigfrido, la Colada y Tizona del Cid, Durandarte de Roldán...)
d. Lenguaje formulario.
- Uso del verso asonante (como recurso mnemotécnico).
- Epítetos épicos para caracterizar al héroe (¡El que en buen hora nació!)
- Repeticiones, paralelismos, anáforas...
- Comentarios del narrador: fórmulas para llamar la atención del público (¡bien oiréis lo que dirá!), exclamaciones ensalzando la figura del héroe (¡qué buen vasallo!), etc.